WASHINGTON.- El Gobierno
de EE.UU., que observa atentamente la situación tras la muerte del líder
norcoreano Kim Jong-Il, reiteró hoy su compromiso con la estabilidad en la
región, aunque afirmó que no percibe "cambios alarmantes" en Corea
del Norte.
El
portavoz de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, señaló a la cadena "MSNBC"
de televisión, que el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo
contactos con los Gobiernos de Corea del Sur y de Japón después que se confirmó
la información sobre la muerte del "querido líder" norcoreano, Kim
Jong-Il, tras 17 de años dirigiendo el país más hermético del mundo.
Otro
portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en una declaración escrita un poco más
temprano había dicho que "Estados Unidos sigue comprometido con la
estabilidad en la península de Corea y la libertad y seguridad de sus
aliados".
El
Gobierno estadounidense ha estado ponderando un esfuerzo de acercamiento con el
Gobierno de Corea del Norte, que incluiría ayuda alimenticia para el país
asiático.
Carney
explicó que Obama habló con el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak, alrededor
de la pasada medianoche (hora de Washington) y Pfeiffer señaló que se ha
mantenido un contacto de alto nivel con el Gobierno de China.
Por su
parte, Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de
EE.UU., dijo que Washington y sus aliados "no han visto cambio alguno en
el comportamiento norcoreano de una naturaleza que sea alarmante".
Dempsey
hizo sus declaraciones a los periodistas que lo acompañan en un viaje en
Alemania y el informe lo divulgó la Agencia de Prensa de las Fuerzas Armadas.
El jefe
militar sostuvo que, en términos generales, le preocupa la transición que
ocurrirá en la conducción de Corea del norte, pero "no ha habido cambios
en el nivel de alerta de las fuerzas estadounidenses" acantonadas en Corea
del Sur.
Corea del
Norte anunció hoy la muerte de Kim Jong-Il y prepara la sucesión por parte de
su hijo menor, Kim Jong-un, al frente de un impredecible régimen comunista con
capacidad nuclear.
Con
relación a esto, Dempsey afirmó que Kim Jong-un, que se cree que nació en 1983,
"es un poco joven para estar en esa posición".
"Tendremos
que ver primero si, de hecho, él es (el sucesor) y cómo reacciona a las
responsabilidades de Gobierno con las cuales no ha tenido que lidiar hasta
ahora".
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