SANTO DOMINGO.- Al menos dos personas murieron y más de 37,700 fueron evacuadas en República Dominicana debido a las inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra causados por el huracán Irene, informaron los organismos de socorro. "Puede haber más deslizamientos (de tierra) en los próximos días porque ha llovido mucho", advirtió la noche de miércoles Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Una de las víctimas mortales es un hombre de 40 años, cuya vivienda se derrumbó arrastrada por el agua de una cañada en el poblado de Cambita, 42 kilómetros al oeste de la capital, detalló el funcionario.
La otra víctima es un inmigrante haitiano de 42 años que fue arrastrado por el río Chavón cerca de la ciudad de El Seibo, 130 kilómetros al oriente de Santo Domingo, informó la Defensa Civil en esa localidad.
El funcionario indicó que además de los 37.700 evacuados, las inundaciones y desbordamientos de varios ríos dejaron 88 barrios y comunidades rurales incomunicados, principalmente en las provincias San Cristóbal y Azua, en la costa suroeste, y en San Pedro de Macorís, al este de Santo Domingo.
Durante las primeras horas del día, cientos de socorristas rescataban con sogas y salvavidas a familias enteras cuyas viviendas quedaron cubiertas por el desbordamiento del río Nigua, en la provincia San Cristóbal, que destruyó por completo una decena de viviendas, según los reportes del COE.
"Tenemos barrios inundados en toda la provincia", aseguró a la AP Gamalier Montás, gobernador de San Cristóbal, una de la zonas más afectas por el paso de Irene, que avanzaba hacia Bahamas con categoría 3 y vientos de 120 kilómetros por hora.
El desbordamiento del río Nigua, que cruza el centro de la ciudad de San Cristóbal, 30 kilómetros al oeste de la capital, inundó durante la madrugada del miércoles unas 550 viviendas en al menos 20 barrios y destruyó los tramos de algunas carreteras.
"En mis 41 años, nunca había visto el río tan grande, nunca había llegado el agua hasta aquí", decía Ramón Dipré, un chofer de transporte colectivo, mientras sacaba el lodo de su vivienda con una pala.
Cientos de personas en cuyas casas el agua no llegó hasta el techo aún trataban de recuperar algunos de su bienes, como colchones, televisores y lavadoras.
"Una sacando el agua con cubos y el agua entrando a la casa", decía María Altagracia Nolasco, de 26 años y madre de tres niños, cuya vivienda de madera y zinc se ubica a varios cientos de metros del río Nigua.
El ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, explicó que "hasta que no baje el agua, no podemos evaluar" la totalidad de los daños materiales.
El COE mantiene en alerta máxima a 24 de las 32 provincias.
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