Los combates entre el Ejército de Al Assad y los militares desertores deja al menos 12 muertos en la capital de Siria. La oposición asegura que han muerto 7.100 personas. Casi 500 eran menores de edad.
Cinco de los sirios que han muerto durante esta jornada son soldados del Ejército Libre Sirio (ELS), el cuerpo de militares desertores que han creado para luchar contra las Fuerzas Armadas del Gobierno.
Hay francotiradores que disparan indiscriminadamente en Damasco, según han denunciado grupos opositores. La capital no es la única ciudad sitiada. En Arbín, otra zona de la periferia de la capital, los militares progubernamentales disparan con armas automáticas y lanzan cohetes contra casas deshabitadas.
A las víctimas en las afueras de la capital se suman otros 13 muertos por la represión en varias regiones del país. Siguen estando a la cabeza en número de muertos Homs (centro), donde murieron siete personas, y Deraam (suroeste), donde fueron asesinadas cuatro.
En Idlib (noroeste) y Qamishli (noreste) también murió al menos una persona.
Los Comités elevaron hoy a 7.100 el número de fallecidos en Siria desde el comienzo desde el levantamiento popular contra el régimen de Al Assad a mediados de marzo pasado. De todos ellos, 461 eran menores de edad y 185 eran mujeres. La oposición también destaca que 336 personas murieron torturadas en centros de detención.
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