viernes, 23 de diciembre de 2011

Sammy Sosa, una persona humilde que no olvida su pasado


De niño quiso ser boxeador, aunque su destino lo puso en los diamantes de béisbol, también tirando golpes, pero con un bate empuñado en sus manos, aquellas que conectaron 609 jonrones en su carrera profesional y que hicieron de su nombre una leyenda. Ese es Sammy Sosa.   

Ahora, gozando del buen retiro tras 18 temporadas en la caja de bateo, el dominicano se dedica a liderar su fundación, bautizada con su nombre y que ayuda a las personas de bajos recursos. Esa labor fue la que lo trajo a Colombia, donde espera, junto al Viceministerio de Vivienda, construir casas de interés social.   

Se entrenó desde pequeño para ser boxeador. ¿Por qué cambió de deporte?   

Mi mamá me dijo que si me dedicaba como profesional al boxeo, no iría a verme en las peleas, y por eso me retiré. Creo que, al final, escogí la carrera adecuada para mi vida. 

¿Recuerda la primera vez que jugó béisbol? 

Sí. Tenía 14 años y me puse a jugar en el barrio.  No fui un pelotero que empezó a temprana edad, pero después todo fue mucho talento, dedicación y esfuerzo en todo lo que me propuse. 

¿Qué puede decir, ahora, de sus escándalos por sustancias prohibidas y el uso de un bate de corcho en un juego? 

No tengo comentarios para eso. Son cosas que están en el pasado y no me gusta tocar ese tema.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More
jaja