Un grupo de terroristas suicidas hicieron estallar autos
con bombas contra una sede de la seguridad del Estado y contra una de las ramas
de los servicios de seguridad en Damasco, según informó la televisión local.
Los muertos serían 30, indicó la
agencia de noticias AFP. Entre las víctimas, habría militares y un número
importante de civiles, de acuerdo con la cadena oficial.
"Los primeros elementos de la
investigación conducen a la responsabilidad de Al-Qaeda", agregó el canal
estatal, que, también, apuntó a que los vehículos estaban "repletos de
explosivos".
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que responde a
los opositores al régimen dictatorial, coincidió en que "dos coches
explotaron en la capital", pero advirtió que "los vecinos de la zona
escucharon disparos".
Los atentados ocurren tan sólo un
día después de la llegada de observadores de la Liga Árabe, enviados para
monitorear y prevenir violaciones a los derechos humanos. El jueves también
Estados Unidos había alertado a sus ciudadanos no viajar hacia Siria o
abandonar el país de inmediato si estaban allí.
Según el grupo británico de
derechos humanos Avaaz, los muertos desde el comienzo de las protestas contra
el régimen de Bashar Al Assad, en marzo, dejaron un saldo de al menos 6200
muertos.
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