WASHINGTON. AP.
Después de un verano deprimente empañado por la puja sobre la financiación del
gobierno, los demócratas dicen sentirse más optimistas sobre las perspectivas
de reelección del presidente Barack Obama en 2012.
Citan su tono más enérgico y populista y
lo que consideran una lucha caótica entre los aspirantes a la candidatura
presidencial republicana. Muchos demócratas admitieron que el elevado
desempleo y la incertidumbre económica planteaban obstáculos formidables para
el presidente, pero entrevistas con más de una decena de activistas demócratas
en varios puntos de la nación hallaron apoyo al mensaje más enfático de Obama
hacia los legisladores republicanos y su interés por refutar a los candidatos
desafiantes. Varios señalaron el discurso de Obama de la semana
pasada en Kansas, donde sostuvo que la clase media se ha visto agobiada durante
la última década y que las políticas económicas deben ser justas para todos.
Al entrar en 2012, Obama enfrenta una
serie de estadísticas económicas que aunque han mejorado no son nada para
jactarse: un desempleo del 8,6% en noviembre, en comparación con 9% en octubre;
nivel de confianza del consumidor en 56 puntos, bien por debajo de la cifra en
el que un presidente suele ser reelegido y una economía que ha creado 100,000 empleos
o más cinco meses seguidos _la primera vez que ocurre desde abril de 2006_ pero
no lo suficiente como para indicar una recuperación económica
vigorosa. La tasa de aprobación política de Obama, según
Gallup, ha estado poco encima del 40% durante el otoño.
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